Siempre vendrá bien que hablemos de la Hipertensión, no solo porque es una de las principales causas de muerte prematura en el mundo, según la OMS, sino porque al hacerlo prevenimos a diferentes poblaciones de padecerla, incluso desde tempranas edades.
Conocer los síntomas, los factores de riesgo y la forma idónea de tratar esta enfermedad nos permite estar siempre alertas con una afección que muchas veces actúa de forma silenciosa.
Por eso nos vendrá bien que analicemos los siguientes puntos:
Contenido del artículo
¿Qué es la hipertensión?
Nuestro corazón se encarga de ejercer una presión sobre las paredes que componen las arterias, con el objetivo que estas llegue a los tejidos y órganos que componen nuestro cuerpo. Justamente, cuando dicha presión es demasiado alta, se genera la hipertensión, una afección que cada vez es más y más frecuente y que de no tratarla a tiempo puede ocasionarnos situaciones muy complejas de salud.
Uno de los principales desafíos radica en que muchas veces no presenta ningún tipo de cuadro sintomático, por lo que la única forma de detectarla de manera oportuna es que nos tomemos la tensión arterial.
¿Existe algún tipo de clasificación de la hipertensión?
La respuesta es sí. Cuando el aumento de la presión arterial se da de forma continua, la podemos denominar de dos formas:
Primaria: entre el 90 y el 95% de los casos son de este primer tipo y está enmarcado en que no tiene relación con otra u otras patologías. La hipertensión primaria puede aparecer en nuestra vida alrededor de los 50 años.
Secundaria: a diferencia de la anterior, esta sí está asociada con otras enfermedades, como pueden ser.
- Los tumores en las glándulas suprarrenales.
- Las dificultades cardiacas congénitas.
- Patologías renales.
- Complicaciones de la tiroides.
- Efectos secundarios de medicamentos.
- Apneas obstructivas del sueño.
Al estar asociada con otros problemas de salud, puede presentarse de forma repentina, por lo cual es fundamental que estemos en controles periódicos con nuestro médico.
¿Cuáles son los principales síntomas de la hipertensión?
Si bien mencionamos hace un momento que en muchas ocasiones la hipertensión es asintomática y que de este punto se desprende una de las mayores dificultades, hay algunos cambios físicos que nos pueden poner sobre aviso y son:
- Dolor intenso de cabeza.
- Dolor en el pecho.
- Dificultad para respirar o sensación de carencia de aire.
- Ansiedad.
- Visión borrosa o cambios en la visión.
- Mareos.
- Náuseas.
- Vómitos.
- Confusión.
- Pitidos en los oídos.
- Hemorragia nasal.
- Cambios en el ritmo cardiaco.
Es ideal que si presentamos alguno de esos síntomas nos tomemos la presión arterial con un profesional que nos pueda asistir de manera oportuna.
¿A qué nos referimos con factores de riesgo en la hipertensión?
Existen diferentes puntos asociados con la llegada de la hipertensión. Tenerlos claros nos permite hacer un análisis de nuestra situación, para así actuar de forma proactiva y prevenir una posible afección mayor, veamos cuáles son:
- Tener entre 60 y 65 años, que son las edades promedio, tanto en hombres como une mujeres, en las que aumenta la rigidez en los vasos sanguíneos.
- Factores hereditarios o antecedentes familiares.
- El sobrepeso y la obesidad.
- La falta de actividad física.
- Consumo de tabaco o vapeadores.
- Estrés.
- Embarazo.
- Consumo del alcohol.
- Exceso en el consumo de sal.
- Desórdenes alimenticios.
¿Qué tipo de consecuencias puede acarrear la hipertensión?
Al tener claros los síntomas y los factores de riesgo asociados, podemos mencionar cuáles son las complicaciones que esto puede generarnos a futuro de no tratarla de la manera adecuada. Algunas de estas consecuencias son:
- Problemas cardíacos como la insuficiencia cardiaca, la angina de pecho y arritmias.
- Las hemorragias cerebrales, así como los infartos cerebrovasculares, son otros de los posibles resultados de la hipertensión arterial.
- Insuficiencia renal a causa de la rigidez de las arterias.
- Complicaciones sexuales como la impotencia en los hombres.
- Dolor constante en las piernas.
- Dificultades neurológicas.
¿Cómo prevenir y tratar esta enfermedad?
Antes de hablar de tratamiento es importante que todos tengamos presente de qué forma podemos prevenir esta afección. Aunque ya tenemos muchos puntos claros qué nos brindarían una mano, debemos tener presente los siguientes cambios, que por pequeños que sean nos ayudará muchísimo:
- Mantener de forma regular una alimentación sana para nuestro corazón, esto incluye el consumo de frutas, verduras, legumbres, alimentos ricos en fibra, potasio y frutos secos.
- Realizar actividad física de forma frecuente.
- Procurar la pérdida de peso si es que padecemos obesidad o sobrepeso.
- Realizarnos chequeos periódicos.
- Disminuir al máximo posible el consumo de alcohol y tabaco, así como el uso de vapeadores.
- Lograr controlar los picos de estrés.
- Aumentar la ingesta de agua diariamente.
Ahora, de cara al tratamiento que podemos hacer una vez se nos ha diagnosticado la hipertensión, lo más importante es seguir las indicaciones de nuestro médico, quien unido a todo lo que mencionamos anteriormente, nos podrá sumar la recomendación de ciertos medicamentos que nos ayudarán a disminuir y regular la presión arterial.
Adeslas Torrelodones
Entendiendo que es importante realizarnos chequeos de forma frecuente, así como hacerle seguimiento a algunos síntomas que podemos presentar y tener el acompañamiento de los profesionales adecuados para llevar un estilo de vida saludable. En ASMC Seguros Torrelodones estamos disponibles para resolver cualquier duda vinculada con las coberturas médicas relacionadas con los procesos mencionados.
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En conclusión
Tener un cuidado adecuado de nuestra salud nos permite prevenir enfermedades como la hipertensión, la cual, como vimos, muchas veces actúa de forma silenciosa y puede afectarnos sin importar nuestra edad o condición física actual.
Es determinante contar con el acompañamiento de expertos y profesionales de la salud que nos hagan un seguimiento constante. Para esto resulta fundamental estar asegurados, para tener una amplia cobertura y apoyo idóneo, con el fin de mantener un estilo de vida sano.
Para lograr todo lo que hemos descrito en este artículo debemos informarnos con expertos que nos direccionen de forma correcta y responsable.